Al igual que Canarias o León, Bretaña tiene una modalidad típica de lucha libre que viene practicándose desde el siglo IV, el “gouren”. Cada combate dura siete minutos como máximo y consiste en tumbar al oponente sobre los dos hombros en la arena levantándolo únicamente por un cinturón incorporado a su camisa.

Antes de comenzar los participantes se colocan en dos filas cara a cara para recitar el juramento de honor en lengua bretona:

“Juro luchar con total lealtad

Sin traición y sin brutalidad

Por mi honor y el de mi país

En testimonio de mi sinceridad

Y para seguir la costumbre de mis ancestros

Tiendo a mi adversario mi mano y mi mejilla”

La ganadora femenina del año pasado, Sylvie, no pudo acudir a la cita en esta ocasión pero podrá intentar revalidar el título en encuentros posteriores.

En la categoría masculina los combates fueron arduos y la técnica de los luchadores, que ya se conocían de ediciones anteriores y tenían bien estudiados sus puntos débiles, decidió el final del torneo entregando a los asistentes un espectáculo apasionante

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